miércoles, 5 de diciembre de 2007

Cuando fuimos huérfanos


Christopher Banks es un famosos detective londinense nacido en Shangai que debe enfrentarse al más difícil de sus casos: la desaparición de sus padres cuando él era un niño y vivían en la colonia británica.

Después de una dulce infancia en la ciudad del opio compartiendo juegos con un amigo japonés Akira, en la Colonia Internacional, donde la convivencia entre personas de diferentes orígenes es posible. Al quedarse sin padres se ve obligado a trasladarse a un internado en Inglaterra donde finaliza sus estudios y se introduce en la sociedad de los años 30.

Poco apoco va sintiendo la imperiosa necesidad de regresar a la ciudad de su infancia para dar con el paradero de sus padres, convirtiendo esta tarea en una misión contra el mal de trascendencia internacional por la que debe sacrificarse en un momento en que el mundo se encuentra en un estado de convulsión con la guerra chino-japonesa y la amenaza del nazismo.

Una vez en Shangai utiliza todos los recursos a su alcance para encontrar a sus padres, que en su pensamiento cada vez más delirante, imbuido de la nebulosa en que se han convertido los recuerdos de su niñez, imagina vivos y viviendo en la misma casa donde les llevaron sus secuestradores veinte años atrás. Pero la realidad tiene muy poco que ver con sus ilusiones, el mal no se puede vencer desde lo individual y el mundo feliz de su infancia ha desaparecido.

Sorprenden la distancia tan grande que existe entre la percepción que Banks tiene de sí mismo la que de él tienen los demás

A pesar de todo, no de trata de un libro de detectives aunque tiene algunos guiños a ese tipo de literatura. Pero en realidad se trata de una historia personal de desarraigo, de larga búsqueda y de hallazgos inútiles, porque cuando encuentra lo que anhelaba es demasiado tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Después de leerme el de "Nunca me abandones" -que me dejó las tripas arrebujadas como un rebaño de ovejas miedosas- y de leer tu reseña de este creo que ese autor lo dejaré para épocas de flagelos.

La última linea dice algo en lo que a veces pienso, una posibilidad que me acojona.