lunes, 15 de octubre de 2007

Mantícora


Aunque el segundo libro de la trilogía de Deptford venía precedido de no tan buenas críticas como el primero y a pesar de que dicen que segundas partes nunca fueron buenas, a mi me ha gustado Mantícora.

El reconocido abogado y bebedor igualmente reconocido David Stauton, hijo del famoso Boy Stauton, sufre una profunda crisis personal al morir su padre que le lleva a trasladarse a Zurich en busca de una terapia en la que no termina de creer. En el Instituto Jung la doctora Von Haller le invita a recorrer su pasado, casi el mismo pasado que vimos en “El quinto en discordia” pero esta vez desde la perspectiva de David, un hombre que ha vivido marcado por la personalidad de su padre, racional, disciplinado, exigente consigo mismo pero incapaz de sentir.

La trama, aparentemente sencilla, nos cuenta primero con los ojos del niño y luego con los del joven y el adulto la vida privada y las miserias de los Stauton, y varias de las escenas que nos describía Ramsay cobran un nuevo valor desde la perspectiva del otro.

Pero detrás de esta aparente sencillez se esconde todo el universo jungiano, desde los distintos momentos de la relación terapeuta – paciente, los cambios que se van produciendo en el cliente, hasta la importancia de los sueños o el mundo de los arquetipos y el inconsciente colectivo. Todo ello desde la más absoluta sencillez, evitando los tecnicismos y sin romper en ningún momento el ritmo apasionante de la historia.

Habrá que leer el tercero.

viernes, 12 de octubre de 2007

Sueño profundo


“Sueño profundo”, “Los viajeros de la noche” y “Una experiencia” son las tres historias que recoge este libro. El suicidio de una amiga, la muerte de un hermano y la de una vieja conocida van filtrándose con el presente de cada una de las tres protagonistas de estos relatos.Pero así como el primero es estupendo, los dos siguientes son completamente prescindibles.

En “Sueño profundo” Terako va siendo atrapada cada vez más por el sueño mientras trata de comprender el suicidio de su amiga Shiori cuyo trabajo consistía en velar a sus clientes y absorber sus sueños. Solo es capaz de despertar de cuando suenan en el teléfono las llamadas de su amante, un hombre casado con una mujer que se encuentra en coma desde hace ya mucho tiempo.

“Sueño profundo” recuerda al mejor Murakami, con esos ambientes fríos donde los protagonistas dejan que lentamente discurran su vida y la muerte, donde se unen el mundo real y el irreal y los sentimientos no existen frente a la soledad, la depresión o el vacío, mientras los sentidos disfrutan del copo de nieve que cae , del ala transparente de la libélula o del reflejo en el cielo de los fuegos artificiales.

sábado, 6 de octubre de 2007

Cuadernos africanos

Alfonso Armada fue corresponsal de El País en África entre los años 1994 y 1997. Años de barbarie ¿Quién no recuerda las masacres de Liberia o los genocidios de Ruanda? ¿O las guerras a machetazos entre los Hutus y los Tutsis?

El libro es una recopilación de los artículos publicados en el periódico y de los cuadernos personales en los que escribía y describía horrores y tremendas escenas, tratando de sobrevivir a esa cruel realidad que no es posible describir con palabras. Es un viaje al horror que se lee con el corazón encogido y con mala conciencia.

Dos son las cuestiones que trata de despejar el libro. Primero el porqué de esa barbarie, el papel de las potencias occidentales en el proceso, la resaca del colonialismo, la utilización política occidental de los conflictos, la venta de armas y hasta la responsabilidad de nuestro propio país en esta historia de la que queríamos ir de rositas.

Y luego el papel del periodista como testigo de la barbarie y del dolor, la impotencia ante lo que se ve a través del objetivo de la cámara, la posibilidad de salvar a uno, a algunos, pero nunca a todos.

“Un diario es un registro contra la muerte, aunque dé cuenta de ella. Un diario es una memoria contra el tiempo y contra todas las asechanzas. Por eso escribo esta noche, antes de que amanezca, y sea Somalia, y no tenga tiempo. …”

En el libro hay también un reconocimiento y admiración a muchos españoles que trabajan en África y que abandonaron la fe que les llevó hasta allí para dedicar su vida a la lucha por la justicia y la dignidad del ser humano.

Después de esto, Alfonso Armada fue corresponsal de ABC en Nueva York. Leyendo este libro hasta llegué a comprender esta huida del horror después de tanto sufrimiento interior y exterior. Pero luego he visto que ha escrito “El rumor de la frontera”, un viaje por la frontera de Estados Unidos con México, la frontera que miles de personas tratan de salvar cada día en busca del sueño americano. Y es que donde pan se corta, migas quedan.

Cuentos de mujeres solas

Marcela Serrano ha recopilado 13 cuentos de otros tantos autores que hablan de mujeres solas. Solas del todo unas veces, otras en soledad acompañada. Chejov, Guy de Maupassant o Catherine Mansfield junto a Cheever, Carlos Fuentes o Clarice Lispector. Autores de lujo de todos los tiempos.

De todas las soledades leídas, no sé si me quedo con la de Flannery O´Connor y la historia de Hulga, su pierna ortopédica y el vendedor de biblias o con la Alicia/Penélope de Sherwood Anderson bajo la lluvia o si prefiero “el viaje de la profesora Bellini" a Grecia de Pedro Mairal.

“Todas las protagonistas son mujeres que viven diversas circunstancias y diferentes geografías, pero todas parecen destilar un vivir desconcertado y desconcertante, seguramente porque la aventura de vivir no es fácil para nadie. Cuentos tristes y a veces crueles, pero llenos de literatura y realismo sabiamente dosificados.”