domingo, 11 de febrero de 2007

Reflejos de un ojo dorado




De este libro de soledades compartidas y amores equivocados, me quedo con unas frases:


"....no podía pensar en ella sin sentir una emoción intensa de amor y pena que era como un peso insoportable sobre su pecho. No era verdad que el tiempo pudiera atenuar el dolor de aquella pérdida. Ahora tenía un mayor domino sobre si misma, y eso era todo"


Ah! Y también con esas coincidencias austerianas: Carson McCullers murió de la misma forma que una de las protagonistas, 26 años después.

2 comentarios:

Aguamarga dijo...

¿Dicen que no deja hacer comentarios?

Anónimo dijo...

Iba a comentar la frase que ya comentamos y que he sido incapaz de poder hacer que saliera en dos días, ¡los ordenadores que son así!
¡Qué dominio de la técnica!: eso que con guasa se dice de alguien que manipula un mecanismo complicado. Siempre va en frase exclamativa.