domingo, 11 de febrero de 2007

La nieta del señor Linh


Igual que algunas canciones se adhieren a determinados momentos de nuestras vidas, hay libros que no se pueden evocar sin recordar el momento en que fueron leidos. Y más aún cuando la historia que cuentan camina en paralelo con nuestra propia historia.

La nieta del señor Linh habla de soledad, de dolor y de duelo, pero sobre todo habla de la posibilidad de entendimiento entre dos personas que utilizan códigos muy diferentes para sufrir de la misma manera.

Dos hombres con sus silencios compartidos, con sus gestos, llegan a forjar una amistad que va mucho más allá de lo que cualquiera hubiera podido imaginar.

No se si era yo o era ella quien llevaba a la niña en el regazo. Pero todavía recuerdo cómo, en el silencio de los amaneceres del camino, muchas veces tapé al bebé con mi capa para protegerlo del frio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

pues vaya lio

Anónimo dijo...

Llevo unos cuantos meses esperando este comentario para poder leer el libro,
no sé, era como una especie de reto.
Cuando lo lea volveré.

Anónimo dijo...

Después de leerlo me gustaría haber escrito una cita que había marcado, pero nada más acabarlo llamé a una amiga para prestárselo pues tenía la absoluta necesidad de compartirlo.
Ponerle adjetivos es difícil. Es de esos libros de apenas cien hojas pero que te dejan el gusto de una historia larga, al estilo de "Seda".
Personajes nada literarios, una historia que crece en cada página, con un final presentado como un regalo que no te cansas de admirar.