miércoles, 24 de enero de 2007

El último Catón





He estado entreteniendo mis ocios con esa novela que tenía guardada desde hace un par de años. Me habían dicho que era inteligente, crítica y distraida; que era mucho mejor que “El código Da Vinci” (cosa no muy difícil, por cierto) ; que la documentación histórica era muy buena… En fin, que merecía la pena leerla.

Jo. Pues a mí no me ha gustado.

Es un bestseller como para adolescentes, en plan pruebas a lo Harry Potter, pero pretendidamente serio. Los personajes son de cartón piedra, totalmente predecibles y tópicos desde el principio. La autora mete de clavo montones de párrafos descriptivos que le han pasado sus documentalistas y se nota muchísimo que tienen otro estilo. Eso sin contar las descripciones de ciudades, comidas típicas y costumbres “tradicionales” llenas de topicazos. Sufrí viendo cómo introducía en la trama Atenas, Estambul o Roma. ¡Menos mal que no sé nada de Alejandría, por Dios!

Después de hacer pasar al trío de protagonistas por siete pruebas de lo más peregrinas, muy repetitivas e innecesariamente aceleradas en el tiempo interno, el final es lamentable. Señalo, por interesantes, algunos arrebatos de inspiración basados en la Divina Comedia de Dante. Hay muchos datos históricos, algunos introducidos de manera muy forzada, y se nota un excesivo afán de erudición. Pretenciosa a más no poder, alterna citas en italiano, en latín y en griego clásico, bizantino y moderno. La mayoría de ellas, innecesarias. Y eso que a mí, como filóloga, me suelen gustar.

Así que, para finalizar, si alguien la quiere, la regalo. No merece ser releída. Puede servir para llenar de intriga un viaje largo, pero poco más. Y si te la vas a comprar, ni se te ocurra en tapa dura, busca la edición barata de bolsillo.

2 comentarios:

Aguamarga dijo...

Hola y bienvenida. Esto debe de ser el tiempo real. Como presunta administradora,me he permitido justificar tu texto.Es uno de los pocos ordenes que pongo en mi vida

Ybrim dijo...

Vuelvo de mi ataque de mudez y me encuentro con ¡Oh, sorpresa, Marisol comentando un bodrio! ¿Cómo caíste en eso criatura? Como profesional se te supone buen olfato, ¡Señor, Señor!, ¡Lo que hace una por estar informada!, claro que yo si me pongo a hacer la reseña de todos los libros-basura que he leído en estos últimos tiempos, además con premeditación, creo que la lista daría miedo, sobre todo por los títulos, a los que sin dudar se les puede aplicar el adjetivo de escatológicos, y muchos de ellos lo eran en el doble significado de la palabra.